Me han entrevistado para un reportaje sobre el trabajo de los redactores freelance publicado en El Confidencial. No es la primera vez que hablo de este tema en medios nacionales y no me cansaré de repetir que las empresas que apuestan por contenidos de bajo coste obtienen contenidos de baja calidad. Y así les va.

No conozco ninguna otra profesión en que a la gente le paguen 1 euro o menos por hora de trabajo, le pidan que entregue trabajos de prueba gratis sin cobrar o directamente que trabaje gratis para «hacer curriculum».

El oficio del redactor freelance, ese perfil que escribe la mayoría de los contenidos que lees en Internet, desde noticias de actualidad a análisis de móviles o guías para hacer la declaración de la renta, es de una precariedad escandalosa.

Así lo refleja el reportaje «1,5€ brutos la hora: el ejército de precarios que escriben lo que lees en internet» publicado por El Confidencial y cuyo autor, el periodista Carlos Otto, tuvo la amabilidad de solicitarme mi punto de vista.

Precariedad y abusos, el día a día del redactor freelance

El reportaje cuenta casos escandalosos como el de Eva, una periodista que trabaja hasta 11 horas diarias para ganar entre 23 y 488 euros netos al mes; o Alberto, que escribe cerca de 30-40 artículos al día, así que no puede dedicarles ni 10 minutos a cada uno. ¡Se está planteando dejarlo para repartir comida a domicilio, que al parecer es más rentable!

Son situaciones que pueden sorprender a alguien que no conozca nuestro sector, pero lamentablemente en El Blog del Redactor Freelance cada día me llegan historias parecidas o incluso peores. El trabajo de los redactores (o copywriters, como algunos prefieren llamarlo ahora) está sumido en una fragilidad preocupante.

Y lo peor es que los contenidos que escriben estos profesionales «en diez minutos» son leídos y seguidos por millones de personas, porque se publican en blogs de empresas, publicaciones especializadas e incluso medios de prestigio que compran los textos a precio de saldo.

Si quieres calidad y continuidad, paga tarifas dignas

En el reportaje expreso mi convicción de que es imposible ganarse la vida con estas tarifas tan bajas (que no alcanzan ni para pagarse la cuota de autónomos). Sobre todo si estos trabajos se realizan a través de plataformas de redacción que pagan una miseria por cada texto y tienen exigencias intolerables respecto a la calidad de las entregas.

Está claro que las empresas que compran contenidos baratos, obtienen contenidos de baja calidad. Textos escritos a vuela pluma, a menudo plagiados de otros contenidos de Internet, que no aportan valor ni enganchan al lector ni dan una buena imagen de la empresa o el medio que los publica. ¿Son baratos? Desde luego. ¿Funcionan? Pues no lo creo.

Por suerte, cada vez más empresas, profesionales y medios se están dando cuenta (ya sea por convicción o por malas experiencias) de que invertir en contenidos de calidad es más rentable a medio y largo plazo. Porque no solo consiguen contenidos más trabajados, sino que también garantizan la continuidad de los redactores que colaboran con ellos (en lugar de que prefieran aceptar cualquier otro trabajo mínimamente mejor pagado que les salga). Y es que encontrar un buen redactor freelance no es fácil, y los buenos valen lo que cuestan.

Lee el reportaje completo de El Confidencial